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E

Eutanasia para un Papa

La figura de los Papas siempre ha sido atrayente e impactante. En torno a ellos se han fraguado las historias más fantásticas y las tesis más absurdas; de los Papas se ha dicho lo indecible, las más de las veces, sin más bases que la suposición, la imaginación y el afán de suscitar intriga o -también los ha habido- con la intención de llenar la cuenta bancaria a costa de la fama y el buen nombre de los pontífices.

La Ética y el Tiempo

Una vieja definición nos dice que la ética es aquella disciplina que nos indica qué está bien y qué está mal.

Esta definición es bastante incompleta y vaga. En primer lugar, porque “lo que está bien o mal” puede ser entendido de muchas maneras. Algunos lo entienden en clave subjetiva: lo que cada uno piensa que está bien o está mal. Por ejemplo, a veces una persona piensa que está bien emborracharse, o usar de violencia contra los hijos, o incluso vengarse y asesinar a un enemigo.

El amor se hace compromiso

Todos hemos oído alguna vez estos versos del poeta español del Siglo de Oro:

“Qué tengo yo que mi amistad procuras.
Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de nieve
pasas las noches del invierno obscuras.
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí!”.

Espiritualistas Trinitarios Marianos

Conoce a los Espiritualistas Trinitarios Marianos

HISTORIA
El 16 de agosto de 1812 nació en la ciudad de México Roque Jacinto Rojas Esparza. Su madre, Dolores Esparza, era indígena otomí, descendiente de un sacerdote otomí del Templo Solar; su padre, Manuel Rojas, era católico de ascendencia española con un antepasado rabino de una sinagoga judía.

¿Evangelio de Judas?

La prensa internacional ha dedicado sendos espacios a la aparentemente novedosa noticia del descubrimiento de un evangelio que tendría a Judas Iscariote como autor. ¿Qué es este manuscritos? ¿De qué trata? ¿Por qué ha suscitado tanto interés? ¿Qué consecuencias tiene?

1. ¿QUE ÉS?

Estaré con ustedes siempre

Dios óptimo, máximo, sabedor de que el mal no se debe vencer con el mal, sino con el Bien, resucitó a Jesús, quien a su vez venció a la muerte con su propia vida. No debía prevalecer su asesinato, no podía quedar muerto quien desde su agonía en la cruz había pedido perdón por los que le mataron porque no sabían lo que hacían.