Aleluya, Alelu, Aleluya
Aleluya, Alelu, Aleluya
Aleluya, alelu, aleluya (bis)
Señor Tú eres mi único Dios
Vivir tu Palabra es todo para mí.
Aleluya, alelu, aleluya (bis).
Aleluya, alelu, aleluya (bis)
Señor Tú eres mi único Dios
Vivir tu Palabra es todo para mí.
Aleluya, alelu, aleluya (bis).
Alabemos hoy al Señor,
porque Él es bueno
Alabemos hoy al Señor, Aleluya.
Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. ( bis)
Alimenta, Señor, nuestro desierto,
que una flor quiere vivir.
Aclamad al Señor tierra entera
Aleluya.
Gloria a Dios, gloria a Dios,
grande es el Señor
Gloria a Dios, gloria a Dios,
grande es el Señor
Alabo y bendigo tu nombre
Aleluya, aleluya
Señor Dios del universo
Aleluya, aleluya.
Venid cantemos a Dios,
Aleluya, aleluya
El es nuestro creador,
Aleluya, aleluya.
Por nosotros hizo maravillas
Aleluya, aleluya
Eterno en su amor
Aleluya, aleluya.
Quiero cantar por mi Dios
Aleluya, aleluya
todos los días de mi vida
Que Alegría cuando me dijeron:
Vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta;
allí suben las tribus,
las tribus del Señor.
Según costumbres de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Desear la paz a Jerusalén,
Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta;
los que nunca usaron la fuerza sino la razón;
los que dan una mano y ayudan a los que han caído esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.
Aleluya, Aleluya, por esa gente que vive y que siente en su vida el amor (bis).
Los que ponen en todas las cosas amor y justicia;
los que nunca sembraron el odio, tampoco el dolor;
los que dan y no piensan jamás en su recompensa esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.
Mira como aclara en la cordillera
como florece el resplandor del sol;
como la fría mañana se entibia
como Dios nos da un día más de amor...
Y su luz recorre campos y florestas
abarcando hasta el último rincón
penetrando por tinieblas, dando vida, y jamás detiene su calor.
Y aclaró en el último rincón de mi pieza;
Aclaró en el último rincón de mi corazón;
Aclaró la eterna oscuridad del camino,
Abre tu jardín
traigo una buena noticia;
novedad sin fin,
corramos a recibirla.
Ven, levántate.
Abre tu jardín, pon flores en tu ventana, canta una canción, hoy día se murió la muerte.
Hoy es día de fiesta, hoy es día de vida.
No te quedes hoy, encerrado en tus costumbres, como en el sillón de las antiguas verdades.
Llega un nuevo día, ven a renacer.
El libro del
Génesis, que relata la obra de la creación, de la creatura humana
y de su caída ante Dios, dice que luego de que el hombre se acercó
al árbol del conocimiento del bien y del mal, y comió de su fruto,
vino a ser como Dios en cuanto a conocer el bien pero también el mal.
Dios calculó la posibilidad de que el hombre quisiera después tomar
el fruto del árbol de la vida y lo expulsó del paraíso y “puso
delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante,