A los poderosos de la tierra
A los poderosos de la tierra
Todos los que ejercen algún poder terrenal tienden a endiosarse. No desean oír más palabras que la adulación y la lisonja. Se creen, en su desvarío, por encima del bien y del mal. Desde que el mundo es mundo, así ha sido y así es. Hoy, con los medios amigos, o la mordaza a la oposición, buscan la justificación de su proceder totalitario. Pero olvidan que, muy por encima de ellos, hay otra Palabra que les está juzgando inapelablemente. Es la Palabra de Dios que desconocen y que les irrita grandemente, si casualmente llega a sus oídos.