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Vivir con esperanza.

VIVIR CON ESPERANZA

Vivir sin fe y sin esperanza

es como estar muerto.

Creo en la fe, en la esperanza.

Por eso las practico.

Siempre que tuve fe

como un grano de mostaza,

conseguí lo que me propuse.

Esa fe está al alcance de tu mano

siempre que lo desees.

Y puedes conseguir

todo lo que te propongas,

si eres capaz de tener esa fe encendida.

Puedes, si crees que puedes.