Te quiere todo el mundo
Ha sido verdad cuatro veces en esta nación
lo que la gente gritaba por las calles y plazas:
“Juan Pablo II, te quiere todo el mundo”.
Y de México ha marchado
con menos peso a sus espaldas,
más rejuvenecido.
Las futuras espinas,
las balas a traición,
y el odio inexplicable
tendrán siempre como compensación
el cariño y las rosas de México.