Sufrir y alegrarse
De ordinario las metas valiosas de la vida
producen dolor y alegría.
Cuando trabajo, tengo que sufrir,
cuando veo el resultado, lo disfruto.
Es necesario luchar y luchar.
Se pasa por ratos de hastío
de ganas de dejar, de soltar, de huir,
de no ver claro el resultado;
sin embargo hay que seguir, a pesar de todo.
El que más sufre en el trabajo
es el que más disfruta
de los resultados.