SÓlo unos pocos
Está visto que para llegar a santo
tengo que pelear mil batallas
pequeñas y grandes.
Y admitir en el presupuesto
también derrotas y polvo.
No será fácil.
Nunca lo ha sido.
Por eso solo unos pocos se arriesgan.
Quiero ser de esos pocos,
pagar el precio
y correr la aventura de Dios,
la sagrada aventura de los grandes hombres.
Me animan otros que, tan pobres como yo,
tan nada como yo,
supieron llegar.