Saber vivir
Cada uno construye su vida como quiere.
Algunos amargan la existencia:
lo dicen y lo hacen.
¡Pobrecillos! Su vida es un penar,
es una amargura inacabable
que termina con la muerte.
Pero otros convierten los días de su peregrinar
en una maravilla, digna de vivirse.
Saben gozar, saben amar,
saben vivir.
¡Felices, envidiables!