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Reflexión Viernes Santo

Viernes Santo

Todo el día dedicado al dolor de Cristo,

al amor eterno.

Amor se escribe con sangre:

sangre, amor y dolor de mi Redentor.

Les digo que sus ojos que si quieren llorar,

lloren a mares, que buena falta les hace,

y subidos efectos producen en el alma agradecida.

Cristo besó el suelo podrido de mi alma,

y no sintió náusea.

Yo tengo que besar

Sus llagas benditas

Para curar la lepra de mi alma.