rancho “pocasangre”
Iban mis ojos hacia las nubes
que recortaban el cielo azul;
a las montañas de enfrente,
tan verdes y tupidas de vegetación;
a las casitas de los pueblos ribereños
de tejados rojos;
al lago de aguas claras,
en que viajaban tranquilas las garzas;
a todo el valle, que gozaba
de tan profunda paz,
que yo sentía cómo penetraba
por los poros de mi cuerpo
y me llegaba al alma.
Paz de los Valles...