Perseverancia
Aquí estoy de nuevo,
dispuesto a seguir un camino
que he iniciado tantas veces,
y otras tantas he dejado.
De Cuernavaca parto con la alforja llena;
pero pasan los días, pasan los meses,
y de pronto me encuentro roto, hambriento,
con la alforja vacía.
¿Qué habrá sucedido?
En pocas palabras:
empezar cuesta algo,
y muchos se animan a hacerlo;
pero continuar cuesta un poco más,
y los que siguen son muchos menos:
La mayoría se quedó en la cuneta.
Concluir es de valientes,
y valientes hay pocos.