Paseo a la montaña
Entre umbríos bosques,
con el agua blanca, fresca y pura a la mano,
caminamos por veredas húmedas
monte arriba.
El agua caía espumante y en torrente
desde la cima,
formando pequeñas cascadas rumorosas.
Es casi un milagro ver pasar
junto a los pies
un río de aguas claras, no contaminadas.
Hoy ha sucedido el milagro...
Bajamos de la montaña
entonando viejas canciones de la infancia.