mártires de Tlaxcala
El Papa vino a elevar a la gloria
de los altares
a tres niños de Tlaxcala.
Murieron mártires de la fe.
Escribieron con sangre
su fidelidad a Jesucristo.
Hoy, esa misma fe la venden muchos
por un plato de lentejas.
Ellos no la vendieron;
pagaron con su vida
para que no se la robaran.
Tu fe vale lo que pagas por mantenerla.