limosnita de amor
Si el arte de vivir es amar y ser amado,
ahí tengo dos amigos
que siempre me han querido
y a los que y no he sabido amar:
Jesús y María.
Una breve visita, un corto detenerme,
un pequeño gesto de cariño,
un mirar y ser mirado,
un alargar la mano,
y dar la limosnita diaria de amor.