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Hombre de fe
Me llenó de alegría
escuchar a una persona:
-“Usted me enseñó a creer.”
Porque yo no era un hombre de fe.
Yo era uno de ésos
que a todo le ven
lo imposible y difícil,
que me ahogaba en un vaso de agua,
y temblaba ante una meta difícil.
Ahora he crecido un poco en la fe,
y he decidido aumentarla
desde el día en que vi que funciona,
y que es cierto lo que dijo Jesús:
-