Dios y los tubos
“Dios manda la lluvia,
pero no la entuba”.
Quien así habla demuestra no poca ingratitud.
Los habitantes del desierto
no reclamarían a Dios los tubos
pues ellos los pondrían-
sino solo el agua que cae del cielo.
A México le sobra,
durante seis meses, el agua,
pero, como Dios no la entuba,
hay racionamiento los otros seis.