Daré la vida
Llegó a su final
como el manso río a la mar
el retiro de ocho días.
Poco a poco fueron engrosando su cauce
hasta llegar repletos a la mar.
Daré la vida por mantener vivas
las verdades que allí me cimbraron.
Lo que allí fue verdad es verdad fuera.
Y el amor que allí encontré
es el amor de todas las sendas,
de todos los días,
es el amor eterno de Dios.