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Viniste como amigo

Viniste como amigo

 

Señor Jesús, llegaste a mí humilde
y discretamente, para ofrecerme tu amistad.

Me elevaste a tu nivel, bajándote tú al mío,
y deseas un trato familiar, pleno de abandono.

Permaneces en mí misteriosamente,
como un amigo siempre presente,
dándoseme siempre,
y colmando por completo
todas mis aspiraciones.

Al entregársenos,
poseemos contigo toda la creación
pues, todo el universo te pertenece.
para que nuestra amistad sea perfecta,
tú me asocias a tus sufrimientos y alegrías,
compartes conmigo tus esperanzas
tus proyectos, tu vida.

Me invitas a colaborar en tu obra redentora,
a trabajar contigo con todas mis fuerzas.

Quieres que nuestra amistad
sea fecunda y productiva,
para mí mismo y para los demás.

Dios, amigo del hombre,
creador amigo de la creatura,
Santo amigo del pecador.

Eres el amigo ideal,
que nunca falla a su fidelidad
y nunca se rehúsa a sí mismo.

Al ofrecimiento de tan magnífica amistad,
quisiera corresponder
como Tú lo esperas y mereces,
procediendo siempre como tu amigo.

Amén.