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Señor Jesús, mi Dios y mi todo.

Señor Jesús, mi Dios y mi todo.

 

 

Señor Jesús, sol que nace de lo alto y primicia de la humanidad
resucitada,
haz que siguiéndote a ti no caminemos nunca en sombras de muerte,
sino que tengamos siempre la luz de la vida.

Que sepamos descubrir, Señor, cómo todas las creaturas están llenas
de tus perfecciones,
para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti.

No permitas, Señor, que hoy nos dejemos vencer por el mal,
antes danos tu fuerza para que venzamos al mal a fuerza del bien.

Tú que, bautizado por Juan en el Jordán, fuiste ungido con el
Espíritu Santo,
asístenos durante este día para que actuemos movidos por este mismo
Espíritu.

Amén.