Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". Animados por estas enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y santas vocaciones para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical. Consérvales fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu Santo, un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su vida busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.