Oración al Padre
¡Oh Padre Eterno! Principio y fuente de todo bien. Increado, Ingénito, centro de toda felicidad; me gozo de veros tan superior a todo lo creado, que mi entendimiento se pierde en el océano de vuestras perfecciones infinitas. Permitid que unidos a los Ángeles, Arcángeles y Tronos, celebremos vuestro inmenso poder.
¡Oh, Padre eterno! Fuera de vuestra posesión, yo no veo otra cosa que tristezas y tormentos. Vos sois mi única felicidad, mi tesoro y mi gloria. Haced que jamás me separe de Vos, para que pueda siempre alabaros.
Un Padrenuestro, Avemaría y nueve veces:
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos: llenos están el cielo y la tierra de vuestra gloria.
Y se responde cada vez:
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Al final de las nueve veces se añade:
Santo Dios, Señor fuerte, Santo inmortal; líbranos, Señor, de todo mal.