Oración del catequista
Me has llamado, Señor,
a continuar tu obra de anuncio del Reino
que inaguró entre nosotros
Jesús, tu Hijo y nuestro hermano.
Con los profetas te quiero gritar:
Mira, Señor, que no soy más que un joven
que no sabe hablar.
Pero, a pesar de todo,
aquí estoy para hacer tu voluntad
y proclamar a todos
que Tú eres el Dios de la Vida
el Dios de la Misericordia.
Tú, Señor, conoces muy bien
toda mi vida y mis dudas;
mis fragilidades y debilidades.
Solo quiero que mi vida esté a tu disposición
como lo estuvo la de María,
creyente sencilla y Madre buena.
Señor, que sepa hacer resonar
tu mensaje en mi comunidad,
en el lugar donde vivo
para que la buena noticia llegue a todos
y el mundo crea en el Evangelio.
Amén