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Madre, Señora de la Vida

Madre, Señora de la Vida

Madre, gracias por ser Estrella, ser Luz, y Guía, en la noche del pesebre, en la noche del silencio y de la oscuridad.
Señora de la Misericordia ayúdame a peregrinar hacia la Cruz, protege mis pasos y serena mi esperanza.
Madre de los que nada tienen, cuídame en la soledad, ensancha mi pecho esquivo y ruega al Espíritu Santo me haga perseverante con su gracia.
Señora del Amor, ternura de los pobres, que minado en la soledad se fortalezca mi espíritu con el milagro de la fe.
Madre sabemos que el amor es entregar la vida para servir a los demás, entonces gracias por enseñarme a tu Hijo el Servidor y Redentor de los hombres.
Señora de la Caridad, otórgale a nuestro Pueblo el pan y la salud, la justicia, el trabajo y la paz.
Líbranos del egoísmo orgulloso que divide a las familias y destierra a los hijos más cansados.
Madre, tu mirada penetra mis huesos y me desnuda el alma, ayúdame a discernir con rectitud de intención la voluntad de Dios Padre y poder decirle con humildad: " Señor, soy todo tuyo.Te serviré donde quieras, estoy dispuesto a todo, dame valor y alegría".
Señora de la Vida, hoy toma mis intenciones... las abandono en tus brazos, gracias por el fruto Bendito de tu vientre y tus caricias de Virgen Madre.

Amén