Gracias Señor
Señor, Jesucristo,
gracias porque hoy nos dices
que no perdamos la calma,
que confiemos en Ti.
Cuando descubrimos tu amor
concreto, personal, comprensivo,
comprendemos con alegría
que te haces cargo de nuestra vida.
Aceptar tu amor nos transforma:
nos sentimos perdonados del todo,
percibimos tu fuerza para actuar,
oramos al Padre como hijos,
se conmueven nuestras entrañas
ante las injusticias y la marginación,
la humildad y la sencillez llenan nuestra vida.
Hoy te queremos repetir
las mismas palabras
que Tú nos enseñas en el Evangelio:
¡GRACIAS, SEÑOR
PORQUE ERES EL CAMINO,
PORQUE ERES LA VERDAD,
PORQUE ERES NUESTRA VIDA!
Gracias Señor.
Amén