Dame calma, Señor
Déjame sentir la honda paz presente
en cada experiencia, la armonía de vivir.
Dame calma, Señor, de manera que pueda
entrar en la honda paz dentro de mi corazón.
Dame paz de manera que vea la bendición
escondida en todas las cosas.
Guárdame de palabras ociosas y vanas fantasías.
Calma la carrera de mi mente para que mis
pensamientos tengan la claridad y movimiento
fácil del fresco aire que respiro. Busco la
serenidad de un lago tranquilo, la fuerza de
un roble, el incambiable sólido poder de
las montañas.
Dame calma, Señor, para que pueda emplear
tiempo en gozar la paz, en la belleza que
has creado a mi alrededor.
Necesito tiempo para pensar, tiempo para
considerar soluciones a problemas;
tiempo para confortar mi interno ser y mi
vida en amor y divino orden.
Dame calma, Señor, es mi oración,
y mientras oro, siento que me aquieta
tu presencia, siento la suavidad de
tu mano en la mía. Estoy tranquilo,
estoy quieto, estoy en paz.
Gracias, Padre, que me oíste...
y yo se que siempre me oyes.
Amén