Pasar al contenido principal

Dirección Espiritual

La tarea de los laicos

Cuando se habla de la misión de la Iglesia, se corre el riesgo de pensar que es algo que corresponde a quienes hablan desde el altar. Pero la misión que Cristo encomienda a sus discípulos ha de ser llevada a cumplimiento por todos los bautizados. Todo cristiano es asimilado –hecho similar- a Cristo por el Bautismo; es deber de todos los bautizados colaborar en la transmisión a los hombres de todos los tiempos de la palabra predicada por Jesús.  

La virtud de la pureza

Patrick Fagan, de Estados Unidos, dijo recientemente en el Encuentro Internacional sobre afectividad (mayo 2006): “El que un adolescente sea casto es absolutamente esencial para su felicidad”. Y es que hay que tener presente que “existe un vínculo entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe” (CEC 2518).  

La "revolución" del Opus Dei

Yo conocí a los 18 años. Mi padre me preguntó:
-“¿Qué es el Opus Dei?”.
- “Se trata de ser santos en medio del mundo, a través de tu trabajo ordinario”, le contesté.
-¿Y qué se necesita para ser santos?
-Querer vivir las virtudes humanas y la fe.
Y a partir de entonces, cuando le preguntaban:
-¿A dónde está tu hija?
-Se fue con los santos, contestaba.

La alegría de la vida limpia

A veces nos asombra el crecimiento de corrupción a nivel de gobernantes y a nivel del pueblo. Y es que existe una estrecha relación entre la vida casta y la honestidad. Como abunda la pornografía y el libertinaje, eso se refleja enseguida en la falta de ética en los demás campos. La castidad es una virtud que nos afecta a todos. El cuerpo es algo bueno y ha de emplearse según la recta razón, esto es, ha de quedar bajo el dominio de la inteligencia. No tengo el cuerpo en uso, yo mismo soy mi cuerpo.

La alegría de los hijos de Dios, Enero 2003: 101 años del nacimiento de Josemaría Escrivá

Una figura relevante en el tema de la filiación divina es San Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei.
El espíritu de santidad que San Josemaría extendió por todos los caminos de la tierra se asienta en la alegría y en la certeza de que somos hijos de Dios en Cristo Jesús, y estamos llamados a colaborar en el establecimiento de su Reino para gloria del Padre celestial. Para ello hay que luchar por ser santos en la vida ordinaria: en la oficina, en la calle, en la casa, en la vida social, en las fiestas y en donde nos encontremos.

La conversión del corazón

Entre más cerca de Dios está una persona más sensible es para arrepentirse y pedir perdón, más consciente es de que debe de cambiar. Juan Pablo II escribe: “No podemos olvidar que la conversión es un acto interior de una especial profundidad, en el que el hombre no puede ser sustituido por los otros, no puede hacerse “reemplazar” por la comunidad.” (Redemptor hominis, n. 20).

El “día del Señor” y el precepto dominical

Dios ha hecho a los hombres con el fin de conducirlos a la salvación. Pero el hombre no es sólo cabeza, sino también corazón. Por eso Dios ha hablado al entendimiento y también al corazón del hombre, todo para obtener la conversión.

¿Cuál es el centro del domingo —o mejor— de “tu” domingo? un paseo, el cine, el trabajo, la comida familiar... A veces el centro no es Dios porque no sabemos lo que implica cumplir el precepto dominical, porque el domingo debería de ser el “Día del Señor”.

En la muerte de Alejandro Magno. Al inicio de la Cuaresma

En la muerte de Alejandro Magno

Al inicio de la Cuaresma

1) Para saber

Con motivo de la Cuaresma, el Papa Benedicto XVI ha escrito un mensaje tomando como tema el ayuno. Nos pone como ejemplo a nuestro Señor Jesucristo quien “después de hacer ayuno cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre” (Mateo 4,2).

El Papa desea que valoremos y demos el verdadero sentido al ayuno. El alimento de suyo es bueno, por ello, privarnos en cierta medida de él, significa que de él proviene un mayor bien.

Bello es vivir (acerca de la felicidad)

Robyn Bowen es una mujer de Washington que en 1980 acudió a una Clínica en Rochester para ser atendida de una enfermedad al riñón mientras estaba embarazada. Recuerda cómo los doctores le dijeron que llevar el embarazo hasta el final podría perjudicarle e incluso ponerse en peligro de muerte. Pero ella no quiso abortar, no dudó: "Supe desde el primer día que Dios me había bendecido al permitirme tener a Brandon", que así llamó a su hijo.

Amar a todos, sin exclusiones

Amar a todos, sin exclusiones

El dolor, la calumnia, la cárcel, pueden convertirse para el cristiano en motivo de alegría, de paz, de encuentro profundo con Dios.

Así ocurrió en la vida de monseñor Boleslas Sloskans (1893-1981). Había estudiado en el seminario de San Petersburgo (Rusia). Después de recibir la ordenación sacerdotal en 1917, desarrolló su ministerio en varias iglesias, mientras a su alrededor crecía el clima de persecuciones y críticas contra la religión y, especialmente, contra los católicos rusos.