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Oraciones por la vida

Gracias Jesús

       Gracias, Jesús

Tu eres el Hijo de Dios que te hiciste hermano y amigo nuestro.
Gracias, Jesús porque me quieres.
Tu viniste a enseñarnos el camino del cielo
Tu viniste a salvarnos del pecado y de la muerte.
Tu viniste a decirnos que Dios es un Padre que nos ama.
Tu viniste a enseñarnos a construir un mundo mas digno del hombre.
Tu viniste a animarnos y hadarnos fuerza para ser mejores.'

ENSÉÑAME, SEÑOR, A ENVEJECER

ENSÉÑAME, SEÑOR, A ENVEJECER

Señor, enséñame a envejecer.

Convénceme de que no son injustos conmigo
los que me quitan responsabilidad, los que no me piden mi opinión, los
que llaman a otro para que ocupe mi puesto.

Quítame el orgullo de mi
experiencia pasada; quítame el sentimiento de creerme indispensable, que
en este gradual despego de las cosas yo sólo vea la ley del tiempo, y
considere este relevo en los trabajos como manifestación interesante de
la vida, que se releva bajo el impulso de tu providencia.

Jesús en el Santuario de María

Jesús en el Santuario de María

 

Tú que cuando estabas en el vientre de María con Tu compañía la ayudaste a comprender
Tú que ibas creciendo y con amor te cobijabas, pidiéndole a Dios Padre nuestra fe fortalecer
Tú que cuando fueron a ayudarla a Isabel, Juan reconocía Tu divinidad de Rey
Tú, abre estos ojos, haz que puedan comprender.
María ya sabia que Tú un día partirías y que Ella aceptaría con amor Tu voluntad
por eso mientras pudo tenerte dentro de Ella, gozaba Tu presencia exenta de ansiedad.

Dulzura de los Angeles

Dulzura de los Angeles

Dulzura de los ángeles,
alegría de los afligidos,
abogada de los cristianos,
Virgen madre del Señor,
protégeme y sálvame de
los sufrimientos eternos.
María, purísimo incensario de oro,
que ha contenido a la Trinidad excelsa;
en ti se ha complacido el Padre,
ha habitado el Hijo, y el Espíritu Santo,
que cubriéndote con su sombra, Virgen,
te ha hecho madre de Dios.
Nosotros nos alegramos en ti,
Theotókos; tú eres nuestra
defensa ante Dios. Extiende

Oración del catequista

Oración del catequista

El catequista debe ser persona con empuje:

persona audaz.

María abierta a la palabra: con el silencio

preparó el corazón para la audacia.

María capacitada por el Espíritu:

con la oración serenó su corazón Para la audacia.

María entregada al servicio: con la generosidad

entregó su corazón para la audacia.Ser audaz como María para llevar la paz de Cristo.

Ser audaz como María para irradiar la luz de Cristo.

Señor,

Señor,

que nos has llamado a la familia del Carmelo

para servir con total dedicación a nuestros hermanos

e ir anticipando tu Reino entre nosotros,

nos dirigimos a tí con una angustia parecida a la de Abraham

que se veía cercano a la muerte  sin dejar a nadie detrás de sí.

Suscita entre los jóvenes vocaciones

que nos releven en nuestra misión dentro de la Iglesia,

dinamizando, renovando y encarnando nuestro carisma, don tuyo,

en las circunstancias cambiantes de la historia.

Oración a la Divina Misericordia 3

Oración a la Divina Misericordia.

!Oh Divina Providencia,
Concédeme tu clemencia y tu infinita bondad!
Arrodillado a tus plantas a Tí caridad portento.

Te pido para los míos, casa, vestido y sustento.

Concédeles la salud, llévalos por buen camino, que sea siempre la
virtud
la que los guíe en su destino.

Tú eres toda mi esperanza, Tú eres el consuelo mío.
En lo que mi mente alcanza, en Ti creo, en Tí espero, y en Tí confío.