Dios amigo
Dios amigo
Dios mío, amigo mío,
nos esperas a todos
y cada uno.
Vamos juntos, codo a codo,
unidos como en un racimo.
Juntos hacemos camino,
un camino, piedra a piedra,
Dios mío, amigo mío,
nos esperas a todos
y cada uno.
Vamos juntos, codo a codo,
unidos como en un racimo.
Juntos hacemos camino,
un camino, piedra a piedra,
Dios mío, Tú eres todo ternura para mí.
Te lo pido por tu Hijo amado:
dame la gracia de llenarme de misericordia
y de amar todo lo que Tú me inspires.
Dame la gracia de compadecerme
de quienes viven en la aflicción
y de correr en ayuda
de los que pasan necesidad.
Dame la gracia de aliviar a los desgraciados,
de prestar asilo a los que no lo tienen,
de consolar a los que sufren,
de animar a los deprimidos.
Día tras día, Señor de mi vida,
quede delante de Tí
cara a cara.
De manos juntas, quedaré delante de Tí,
Señor de todos los mundos
cara a cara.
En este mundo que es tuyo,
Bendigan al señor Rey del Universo
alaben a Dios Padre nuestro
que todos sepan que es misericordioso
que perdona y ama sobre todas las cosas.
Que su Reinado es Eterno
Abre nuestros ojos, Señor,
para que podamos verte a ti
en nuestros hermanos y hermanas.
Abre nuestros oídos, Señor,
para que podamos oír las invocaciones
de quien tiene hambre, frío, miedo,
Antífona. Gloria a ti, Trinidad igual, única Deidad, antes de los siglos, y ahora, y siempre.
(T. P. Aleluya).
1. Todo el que quiera salvarse, es preciso ante todo que profese la fe católica:
2. Pues quien no la observe integra y sin tacha, sin duda alguna perecerá eternamente.
Oh Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Te adoramos y te damos gracias
por la inmensa caridad
que has infundido en el corazón
del Beato Luis Orione
y por habernos dado en El
al apóstol de la caridad,
al padre de los pobres,
al bienhechor de la humanidad
dolorida y desamparada.
Concédenos que podamos imitar
GLORIA A TI DIOS PADRE
Rey Supremo, Creador de los cielos y de la tierra.
Gloria a Ti Suprema Omnipotencia.
Gloria a Ti Fuente de Amor y Eterna Sabiduría, Gloria a Ti altísima
Majestad Infinita.
Gloria a Ti abundante fuente de existencia, gloriosa causa sin
causa.
Trinidad Santa de alegría inflamas mi alma.
El Padre, el Hijo y el Espíritu que aman
Bendita Trinidad, ven y quede yo guardada en tal amoroso amor, en silencio, anonadada.
Sin respirar siquiera, extasiada, derretirme como cirio, en tu presencia Santa.
Glorificada seas, y eternamente adorada, por fijarte en nosotros, criaturas infieles y vanas.
OH mi Señor y mi Dios.
¡Oh Trinidad eterna! Tú eres un mar sin fondo en el que, cuanto más me
hundo, más te encuentro; y cuanto más te encuentro, más te busco
todavía. De ti jamás se puede decir: ¡basta! El alma que se sacia en
tus profundidades, te desea sin cesar, porque siempre está hambrienta
de ti, Trinidad eterna; siempre está deseosa de ver tu luz en tu luz.
Como el ciervo suspira por el agua viva de las fuentes, así mi alma
ansía salir de la prisión tenebrosa del cuerpo, para verte de verdad...