Consagración a la Virgen de Guadalupe
Consagración a la Virgen de Guadalupe
Nos hemos congregado bajo tu tierna mirada de Madre para acoger, respetar, servir y defender la vida humana, dones maravillosos de Dios. Tú, la creyente, en cuyo vientre el verbo se hizo carne, quien es la Vida, y que con amor llevaste, Arca de la Alianza, en tus entrañas.
Repletaste de alegría la casa de Zacarías e Isabel con el anuncio de la Buena Nueva del Dios-Niño, que concebiste en la humilde disponibilidad, que imprime para siempre el sello de la incomparable nobleza de la maternidad.