El valor de la cortesía
La cortesía es un valor muy mexicano y, sin duda, tiene su reflejo en la familia como un valor que facilita la convivencia. Está en el octavo lugar en la jerarquía de los valores que tenemos en el ámbito de la familia.
La cortesía es un valor muy mexicano y, sin duda, tiene su reflejo en la familia como un valor que facilita la convivencia. Está en el octavo lugar en la jerarquía de los valores que tenemos en el ámbito de la familia.
Ya estamos entrando a la época del año en que a todos se nos tienta con un surtido alucinante de bienes de consumo. Así mismo, es la época en que una gran variedad de personas y personajes nos acusan de consumistas, tratando de frenar todo el dispendio que ocurre en la temporada.
Este es un valor familiar que, según muchos, está perdiendo importancia. Actualmente, según algunos estudios, ocuparía el séptimo lugar en los valores de la familia mexicana.
Es un valor muy relacionado con el de solidaridad, que ya mencionamos en otra colaboración, pero es algo más relacionado con la familia y los conocidos cercanos, mientras que la solidaridad puede ser algo más amplio. También es algo más cotidiano, más de todos los días.
Creo que para todos es claro, o debería serlo, que el amor es un valor fundamental para la familia. La familia es la escuela del amor, donde primero aprendemos a amar de pequeños; y de este aprendizaje primario del amor muchas veces depende si, más adelante en nuestra vida, nuestro amor es completo, íntegro, y enriquecedor. Si no hay amor en la familia, ¿en donde lo habrá?
Estimados amigos, como muchos de ustedes ya estoy harto de politiquería, pendencias, códigos, noticias sobre los divorcios de los artistas, atentados y todo por el estilo. Esta semana quiero ocupar mis líneas para aligerar un poco nuestro paso por este valle de lágrimas, pues es bueno descansar con otro tipo de asuntos; para ello copio una carta que envió a su casa un estudiante foráneo a su familia. Aclaro que el autor se llama Anónimo.
Tener hijos es uno de esos asuntos que no requiere de ninguna preparación formal; pero ser un auténtico padre de familia exige el ejercicio de decenas de virtudes dentro de un esquema claro de valores y una adecuada preparación pedagógica. Es decir, entre tener hijos y ser un buen padre, existe una diferencia tan grande como la que encontramos entre un charco y el agua pura.
En otro artículo mencionaba la necesidad de ser más propositivos, así que: en este bello o hermoso día, (no es necesario ser cursi para ser propositivo ¿verdad? por lo cual pueden ustedes suprimir eso de “en este bello o hermoso día”. Gracias). Pues como iba diciendo antes de interrumpirme, quiero aprovechar este espacio para proponer algo positivo.
La vida es una aventura maravillosa. Y desde el hogar se puede hacer mucho en favor de los hijos, de los amigos de los hijos y de la comunidad.
“¡Quisiera huir con mi novio!”, decía una chica adolescente, sin medir las consecuencias para ella y para el muchacho. No hay sabiduría en ese deseo.
“El árbol de los problemas”
1) Para saber
Hace pocos días el Papa Benedicto XVI comunicó que el VI Encuentro Mundial de las Familias se celebrará en México del 16 al 18 de enero de 2009. Es un acontecimiento de especial relevancia que muestra la importancia que el Papa le da a la Familia.
Un relato nos puede ayudar a una reflexión al respecto.