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Y lo peor de todo es que se ríen

Hace cerca de veinte años escuché con admiración a un joven, pero muy experimentado espeleólogo, quien me relató lo sucedido en un sistema de cuevas de nuestro país. Dichas cavernas eran estudiadas por otros especialistas de nacionalidad polaca. Reconozco que quizás pueda tener poco claros los datos de tal suceso, sin embargo lo más importante lo recuerdo bien. Uno de ellos se accidentó gravemente al grado de producirse una lesión muy seria en la columna vertebral.

Cuando sus compañeros salieron a solicitar ayuda se corrió la voz entre gente muy capacitada, gracias a lo cual se formó un buen grupo de rescatistas que comenzó la labor de salvamento. Hay que aclarar que un trabajo de este tipo es exageradamente complicado, pues debajo de la tierra no es posible la comunicación con el exterior. Tener que pasar por túneles muy estrechos, bajando a cientos de metros debajo de la superficie, encontrando tramos inundados y cascadas subterráneas requiere de valor, experiencia, mucha condición física, conocimientos técnicos, coordinación entre los diversos equipos de trabajo, conocimientos médicos y, sobre todo, mucho amor a la vida y al prójimo.

Hay que aclarar que además del material especializado para este tipo de rescate fue necesario meter comida. Pero el dato que más me sorprendió, es que ¡aquella labor duró siete días! Gracias a Dios todo aquello pudo coordinarse y el resultado terminó felizmente…, claro está, hasta donde esto puede calificarse de “felizmente”. Resulta obvio que ésta es una muestra de lo que significa para muchos la vida de un ser humano.

Copio ahora un texto aparecido en la prensa del pasado viernes: “La despenalización del aborto antes de las doce primeras semanas de gestación fue aprobada en la general en las Comisiones Unidas de Salud, Procuración de Justicia y Equidad y Género de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. El dictamen avanzó con 14 votos a favor (PRD, Alternativa, PT, Convergencia, Nueva Alianza y PRI), cinco en contra (PAN y PVEM) y una abstención priista. La propuesta será sometida al pleno el próximo martes 24 de abril”.

Al respecto he de comentar que ayer, cuando por la televisión observé el reportaje sobre la votación arriba citada, pude observar cómo, en los rostros de algunos de quienes defienden esa postura, se esbozó una sonrisa de triunfo sobre sus oponentes. ¡Les dio risa!

Todo parece indicar que existe una alta probabilidad de que el próximo martes esta propuesta sea aprobada por el pleno del Congreso, con lo cual asesinar a un menor en esas circunstancias no se considerará delito.

Me hubiera gustado que, antes de votar sobre esta propuesta de ley, se entrevistara al equipo de rescatistas del espeleólogo accidentado para pedirles su opinión. Quizás ellos opinen que esto es una aberración.

¡Y lo peor de todo es que les da risa!