Los Escritos Históricos.
Israel se consideraba "el pueblo de Dios" y entendía su relación con Dios como una "Alianza", alianza por la cual Yahvé era su Dios y ellos eran el "pueblo de Yahvé". En los acontecimientos de su historia veían la mano de Dios; llamaban esto la "Palabra de Dios", no como un lenguaje hablado, sino como la acción de Dios en su historia. Así que recogieron sus tradiciones nacionales como recuerdo de lo que Dios había hecho por ellos. Desde luego el proceso por el cual estas tradiciones se transmitían estaba sujeto a las mismas influencias que cualquier otra historia y literatura. Por ejemplo: la historia de sus antepasados remotos: Abraham, Isaac y Jacob, y más aún la prehistoria de los primeros tiempos (la creación y las otras historias de la humanidad, anteriores a Abraham, contenidas en los primeros capítulos del libro del Génesis) no son historias en nuestro sentido de la palabra. Tratan menos de describir acontecimientos reales que de presentar una visión del mundo basada en imágenes poéticas y tradiciones antiguas. Son el equivalente de lo que en otra literatura llamaríamos "mito", salvo que en la literatura de Israel se encuentra la característica de una gran sobriedad y una preocupación por expresar la realidad del trato de Dios con los hombres. La narración de la historia nacional es mucho más verídica, aunque siempre, especialmente en las etapas primitivas, basada en la tradición antigua transmitida en diferentes versiones y sujetas siempre a una preocupación religiosa: "el objetivo no es narrar los hechos, sino resaltar la obra de Dios". Ir a: Otros Escritos |
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Última actualización October 13, 1997