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Motivaciones para no dejar la misa

En bastantes ambientes de España se constata el absentismo a la eucaristía dominical de muchos católicos, máxime de adolescentes y jóvenes, aunque no sólo ellos, que por motivos más o menos especiosos, han desertado de la misa dominical, pretendiendo justificar su actitud de cara a su mala conciencia o a la requisitoria de padres, educadores, sacerdotes y adultos responsables, que les interrogan por el motivo de su abandono.

No pretendo contestar ni desmontar una a una estas auto justificaciones, la mayoría inconsistentes, que tienen más de egoísmo, ignorancia, o comodidad, que de mala voluntad. Creo más útil y provechoso, para quienes lean estas líneas, darles una sucinta enumeración de motivos y razones- sin explayarme en ello- por las que un buen católico, bien formado, no debería abandonar nunca esta práctica clave de su religión católica, pese al ambiente en contra y seria oposición, que va a hallar en su ambiente social o entorno familiar. He aquí algunas:

-El mandato-no simple consejo- de Jesucristo. El nos dijo en la última cena, el primer Jueves Santo:”Tomad y comed esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros…Haced esto en conmemoración mía”.

-Los primeros cristianos y los de todos los tiempos, obedecemos a Jesús: “ Anunciamos su muerte y proclamamos su Resurrección en cada misa, hasta que él vuelva”.

-Desde la Resurrección, el domingo es el 1er. día de la semana, que pertenece a Dios; los demás días son para nosotros.

-Dios, en el Decálogo-(¡en plena vigencia¡)- mandó “santificar las fiestas” -recordando las maravillas que hizo y hace en favor de los hombres, con la oración, la acción de gracias y el descanso.

-La Iglesia, con la autoridad de Jesús, manda a sus fieles:”Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar” (mandam.3º).