Mirando al mar pensé…
No, no es la conocida canción romántica de Jorge Sepúlveda la que te voy a recordar aquí y que tú tarareas de vez en cuando. Lo que te voy a decir es lo que a mí, como a cualquier persona reflexiva, me sugiere la contemplación del mar.
-El mar me habla de la grandeza de Dios creador, que hizo todo con sabiduría y amor.
-Todo en el mar es apto para pensar en la infinitud de Dios y su amor infinito.
-El mar, por contraste, me sugiere la pequeñez e insignificancia del ser humano.