No hay un aparato que nos ayude a medir la felicidad como sí los hay para medir la temperatura del cuerpo o la lluvia. No obstante, sí la podemos evaluar de modo aproximativo. ¿Qué responderíamos si nos preguntarán cuál es la profesión que causa mayor felicidad y satisfacción? Pensaríamos que los trabajos más prestigiosos o con mayores entradas de dinero; tal vez la de un médico o la de un abogado…
Según un estudio del National Opinion Research (NORC), tanto felicidad como satisfacción tienen poco que ver con la fama y el salario, y demasiado con la ayuda al prójimo, el cuidado a los demás y con la expresión de la propia creatividad. Y lo más sorprendente del estudio es que los que encabezan ambas listas son nada menos que los miembros del clero.
Sí, la encuesta va contra corriente pero son respuestas de los protagonistas. Lo que también es noticia. El estudio realizado en Estados Unidos acumula información de tres décadas (de 1972 a 2006) y ha tomado una muestra de 50,000 personas.
Obviamente los resultados arrojados no se quedan en meras estadísticas o números muertos. El hecho de constatar la vida ejemplar, coherente, alegre, generosa o desinteresada y el amor que ponen en sus respectivas labores pastorales no dejan indiferentes a quienes les rodean por muy anticlerical que sea el ambiente.
La consecuencia es el compromiso al que son movidos anualmente miles de jóvenes cuando aceptan la vocación sacerdotal o religiosa. Según datos del Anuario Estadístico de la Iglesia Católica la cifra de sacerdotes aumentó 0,3% en los últimos cinco años Las mujeres no se quedan atrás: actualmente son 760, 000 tan solo las religiosas profesas (42% en Europa y con una creciente constante en África y Asia).
Como todo buen regalo, se busca compartir esta alegría con los demás. Recientemente, seminaristas hispanos, estudiantes de teología en el Saint Menrad en Indiana, lanzaron una nueva web ( http://desdeelseminario.blogspot.com) para promover las vocaciones de hispanoparlantes en Estados Unidos. El sitio, dirigido por el diácono Ernesto Reynoso de la diócesis de Phoenix, ofrece pod-casts donde los seminaristas narran su vocación, respondiendo a tabús frecuentes que varios se plantean en el discernimiento.
La iniciativa va en la línea del portal número uno especializada en esto de las vocaciones ( www.vocation.com ). Vocation.com, además de estar en cinco idiomas, ofrece una amplísima gama de recursos que van desde testimonios actuales, pasando por reflexiones, libros, artículos, hasta noticias, consultas en línea, recursos multimedia, videos, eventos y noticias.
Ciertamente ni el sacerdocio ni la consagración religiosa masculina o femenina son una mera profesión; pero la catalogación bien sirve para lo que se sienten interpelados a preguntarse “¿y por qué yo no?” y responder luego con generosidad. Tal parece que sigue habiendo muchas personas dispuestas a no identificar sólo dinero y fama con satisfacción y alegría ni a sacrificar la posibilidad de darse gratuita y enteramente.
Me ha venido a la mente aquel dicho que me decía un buen amigo sacerdote: “Era un hombre tan pobre tan pobre que sólo tenía dinero y fama”. Quizá sea eso: que aun en medio de un ambiente hedonista haya quienes no quieran vivir la soledad producida por el egoísmo que las más de las veces tiene ahí su origen: en el dinero y en la fama.