La primera vez que entré en contacto con Radio Vaticana fue en 1994 para una transmisión radiofónica con motivo de un Consistorio Público para la creación de cardenales. Fui recibido por Sor Denise e introducido a la oficina del padre Pasqualle Borgomeo, Director General de la Radio del Papa. Nunca había sido recibido tan bien en alguna radiodifusora como lo fui en la radio del Vaticano, como sucesivamente ha ocurrido, siempre que he tenido que estar allí.
Radio Vaticana es la primera radiodifusora del mundo, constituida como tal. Fue implementada personalmente por el mismísimo inventor de la radio y del telégrafo, Guillermo Marconi, a pedido del Papa Pío XI e inaugurada el 12 de febrero de 1931 con el mensaje radial Qui arcano Dei en voz del Santo Padre.
Como si
estuviera en casa he usado las instalaciones de la Radio del Papa, sus cabinas, las unidades de control remoto, los micrófonos y sus salvo-conductos para tener acceso a los puestos de transmisión en directo establecidos dentro de la Basílica de San Pedro a un lado del Aula de las Bendiciones. Las oficinas centrales, que se encuentran al inicio de la Vía de la Conciliación frente al Castel Saint Angelo, se caracterizan porque sus pasillos son recorridos por locutores y técnicos de todas las nacionalidades, lenguas y razas. La
amabilidad y bondad les caracteriza a todos ellos.
Como lo establece su Estatuto, Radio Vaticana es la estación transmisora de la Santa Sede, situada legalmente en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Es un medio de comunicación y evangelización creado para servir al Ministerio del Papa. Su tarea principal
es proclamar el mensaje Cristiano libremente, de manera fiel y eficiente, y tener el centro del Catolicismo en contacto con los diferentes países del mundo difundiendo la voz y las enseñanzas del Romano Pontífice; informando acerca de las actividades de la Santa Sede ; dando información sobre la vida y las actividades de la Iglesia Católica en el mundo y ayudando a los fieles a evaluar los problemas actuales a la luz de las Enseñanzas de la Iglesia. Además, Radio Vaticana ofrece consejos y cooperación a las Diócesis y Conferencias Episcopales en el campo de la radiodifusión y tiene también la tarea de grabar, amplificar y distribuir el sonido de todas
las actividades oficiales Vaticanas del Santo Padre y ejercer y proteger, en modo exclusivo, los derechos de propiedad intelectual de las grabaciones de la voz del Romano Pontífice.
En aquella primera ocasión en la que tuve el gusto de ser huésped de la “Voz de la Iglesia católica en el mundo” el Director de Programación era el padre Federico Lombardi, quien actualmente es su Director general, y sucesor inmediato del padre Borgomeo, desde el 5 de noviembre de 2005. Federico Lombardi ocupa otros dos cargos en las comunicaciones vaticanas pues es también el Director del Centro Televisivo Vaticano y Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
En alguna ocasión de plática amable le pregunté al Padre Lombardi porqué todos los directores de la radiodifusora del Papa han sido jesuitas y me dijo lo siguiente: “Desde sus inicios Radio Vaticana fue confiada por Pío XI a los jesuitas, al padre Jean Franceschi que era profesor y rector de la Universidad Gregoriana y también presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, un buen científico que colaboró con Marconi para construir la primera Radio y después continuó a gestionarla. Después de él fueron siempre jesuitas nombrados directores de la Radio, porque la compañía de Jesús era una orden dispuesta a recibir las misiones universales de los Papas, Pío Once, Pío Doce dieron muchas misiones a la Compañía de Jesús. En particular la Radio Vaticana era una misión que necesitaba competencia científica, para usar los instrumentos científicos y tecnológicos nuevos y después apertura universal, conocimiento de diversas lenguas para hacer programas, noticieros sobre la vida de la Iglesia para transmitir hacia países diversos, sobre todo en el tiempo del totalitarismo, en el tiempo de la guerra mundial y después también en el tiempo del comunismo y de la falta de libertad religiosa en tantos países. Por lo tanto, la vocación de Radio Vaticana fue siempre una vocación universal, y entonces, la Compañía de Jesús como Orden religiosa de apertura y respiro universal les pareció a los Papas apta para realizar esta misión en fidelidad a la enseñanza del Papa y al servicio del Papa para la Iglesia en el mundo de hoy”.
La identificación internacional de Radio Vaticana o su “llamado mundial” es Laudetur Iesus Christus o “Alabado sea Jesucristo”. Prometo hablar de esto en el próximo artículo.