Es la congregación religiosa más joven del mundo. Lo anterior en dos sentidos: 1) porque la mayoría de las casi doscientas integrantes tienen entre 18 y 35 años, y 2) porque fueron un regalo de Dios a la Iglesia en diciembre de 2010 (reconocidas como congregación de derecho pontificio). Se llaman «Iesu communio» y el diario oficial de la Santa Sede les ha llamado «las religiosas en jeans» (cf. L´Osservatore Romano, 21.02.2011, p. 6).
Conocidas también como «las monjas de Lerma» (en alusión a su procedencia geográfica: Lerma se encuentra en la provincia española de Burgos), su caso ha sobrepasado las fronteras. Decenas de periódicos de carácter nacional e internacional les han dedicado amplios espacios. ¿El motivo? Son una realidad eclesial que atrae a las jóvenes, la mayoría universitarias, en un periodo en el que las vocaciones en Europa en general, y en España en particular, no están precisamente en su apogeo. Su fundadora, además, es muy joven (poco más de 40 años) y, quizá quedándose en el mero plano humano, algunos la han llamado «la abadesa más guapa».
Los datos del anuario pontificio 2011, presentados el 19 de febrero de 2011 a Benedicto XVI, evidenciaban que de 2008 a 2009 las religiosas en el mundo han pasado de 739.068 a 729.371.
¿Y por qué lo de «monjas en jeans»? Porque su hábito está hecho de ese tejido, acompañado de un poncho color azul marino, un cordón blanco y un paño azul anudado.
«Iesu communio» es un instituto marcadamente contemplativo, si bien las religiosas no son estrictamente de clausura (el segundo de sus conventos se encuentra en La Aguilera, España). Religión Confidencial publicó el 23 de febrero de 2011 una explicación del asesor canónico de «Iesu Communio» sobre su significado (véase aquí).
Hasta antes de diciembre de 2010, «Iesu Communio» era parte de la familia de monjas clarisas pero, como ha precisado el arzobispo de Burgos, ahora «no es una refundación o una adaptación del carisma de las monjas clarisas; éste no tiene necesidad de ninguna actualización para seguir dando abundantísimos frutos de santidad en la Iglesia. «Iesu communio» es una realidad nueva»