Jesús líder indiscutible
Nunca olvidaré la conversación que tuve con un combatiente mayor del bando republicano de la guerra del 36, que en medio de su agnosticismo religioso, mostraba públicamente su admiración por la figura de Jesús. He aquí la causa de su simpatía:
“Todos los líderes y jefes que he conocido nos decían gritando: “¡Adelante¡”; pero ellos se quedaban siempre atrás. Sólo Jesús de Nazaret dice:”¡Seguidme¡”;él siempre va por delante”.
Se ha dicho que las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran. Es cierto. La fuerza del liderazgo de Jesús radica no tanto en sus palabras, como en su ejemplo. Jesús no impone nada a sus discípulos. Simplemente les propone que le sigan. “El que quiera ser discípulo mío, coja su cruz y me siga”.”Ven y sígueme”.
El verdadero cristiano no es tanto el que admira, alaba y muestra simpatía por la figura de Jesús, sino quien reconociéndole como Señor, líder único e indiscutible de su vida y su destino, le sigue animoso por la senda de amor, entrega, generosidad y sacrificio que él nos ha mostrado, precediéndonos a todos con su ejemplo.