En estos tiempos de creciente confusión religiosa que vivimos, es justo recordar algunas importantes diferencias existentes entre el Islam y el Cristianismo. Tal clarificación es imprescindible para todo cristiano y así evitar graves confusionismos.
El hecho de que el Islán sea religión monoteísta, y acepte un solo Dios, no quiere decir que no se diferencie esencialmente del cristianismo, única religión verdadera.
A propósito de la diferente concepción de Jesucristo, es significativo lo que afirma Juan Pablo II en el libro-entrevista con Vittorio Messori, Cruzando el umbral de la esperanza
Después de haber recordado que “gracias a su monoteísmo”,los musulmanes están “particularmente próximos” a los cristianos dice:”Cualquiera que, conociendo el Antiguo y Nuevo Testamento, lee el Corán, ve con claridad el proceso de reducción de la Divina Revelación que en él se lleva a cabo.
Es imposible no advertir el alejamiento de lo que Dios ha dicho de Sí mismo, primero en el A.T. por medio de su Hijo. Toda esa riqueza de la autorrevelación de Dios, que constituye el patrimonio del A. y del N. Testamento, en el islamismo, ha sido abandonada. Al Dios del Corán se le dan unos nombres que están entre los más bellos que conoce el lenguaje humano, pero en definitiva es un Dios que está fuera del mundo, un Dios que es solo majestad, nunca el Emmanuel, Dios-con-nosotros. El islamismo no es una religión de redención. No hay sitio en él para la Cruz y la resurrección. Jesús es mencionado, pero solo como profeta preparador del último profeta, Mahoma. También Maria es recordada, su madre virginal; pero está completamente ausente el drama de la redención. Por eso, no solamente la teología, sino también la antropología del Islam, están muy lejos de la cristiana". (Cita del libro “Cien preguntas sobre el Islam”, pag 157,8).
Para mayor abundamiento y conocimiento del Islam , enumero a continuación, de un modo muy sucinto y somero, algunas otras diferencias, y peculiaridades del Islam.
-El islamismo es un judeocristianismo simplificado.
-El Corán es ante todo un escándalo de un Novísimo Testamento que declara superado el N.Testamento cristiano.
-El propósito de Mahoma fue arrancar a su pueblo del politeísmo. Tuvo Mahoma claras influencias del judaísmo y del cristianismo por su oficio de mercader.
-Islamismo y guerra van indisolublemente unidos. Permitió la poligamia con el fin de engendrar muchos hijos para la guerra santa. Divide el mundo en dos:”territorio de los musulmanes” y “territorio de guerra”.
-El Dios de Mahoma se manifiesta en el guerrero victorioso. El Dios de Jesús en el siervo derrotado e inútil. El Corán exige la victoria. El Evangelio solo el testimonio.
-Con el islamismo es imposible “el verdadero diálogo”.
-La Umma, la comunidad musulmana, es un bloque cerrado al negar toda distinción entre lo temporal y lo espiritual.
-Está prevista la pena de muerte para quien abandona el Islamismo.
-Un musulmán se negará a leer el Evangelio. Dice le basta el Corán, el culmen de la revelación. Achacan a los cristianos la falsificación de las Escrituras.
- A Mahoma, Alá le concedió tener 12 esposas.
-Mahoma “maquilló” el evangelio. “EL profeta había entrado en contacto con el cristianismo herético, apócrifo que circulaba en la península arábiga.
Analfabeto, engañado por lo que oía decir por esos presuntos cristianos que trataba, nos dejó en el Corán una imagen falsa de la Divinidad de Jesús
-Está convencido , por ejemplo, que la Trinidad la componen el Padre, el Hijo y María.
-Cree que la Eucaristía se instituyó haciendo bajar del cielo una mesa preparada.
-Confunde a María la madre de Jesús, con Miriam, hermana de Moisés.
-Afirma que en el lugar de Jesús se crucificó a un sosias.
-El Islam rechaza la cruz. Es el grado mayor de blasfemia.
-El Islam rechaza la Encarnación. No puede aceptar que se hable de un “Hijo de Dios”y menos aún de una “Madre de Dios”(por más que el Corán proclame la virginidad de María).
-El Islam rechaza la Trinidad
Pongo punto y final a esta enumeración que puede ser completada por cualquier lector culto y quiero terminar con las alentadoras palabras del Papa Juan XXIII. En el tema de relacionarse con otras religiones hay que “fijarse más en lo que une que lo que separa”.
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