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Inversiones a futuro

¡250 millones de dólares en el bolsillo! Huelen a sol, arena y mar; huelen a coches, viajes, compras, diversiones… ¿Qué haríamos con 250 millones en la cartera? Con tal cantidad las decisiones se bifurcan: para un ser humano sin rastro de fe el dinero se le presenta como oportunidad para dar salida a todas sus pasiones, instintos y deseos; se le presenta como ocasión para ensimismarse, cerrarse al mundo, ser «él y sus circunstancias» y vivir en la miopía que imposibilita percibir las necesidades ajenas. El dinero, así, empobrece a la persona, ensoberbece su alma y reduce sus ilusiones; hacer ver a los otros como mercancías y él mismo se subyuga al espejismo falaz de creer que tiene el mundo en las manos. Para el hombre sin fe es triste y vacía la vida

Sin embargo, para sorpresa de muchos, existen hombres capaces de ver más allá del bienestar propio gracias al valor de su fe católica. Calificado de «excéntrico ultracatólico», «liberal sin criterios» y «nazi reaccionario», Thomas Monaghan, fundador de Dominos Pizza, responde con firmeza y convicción al llamado universal del testimonio y vivencia de su credo.

Ha invertido su fortuna en bien del prójimo. No satisfecho con haber reservado 220 millones de dólares para la construcción y puesta en marcha de la primera universidad católica fundada en Estados Unidos desde los años 60´s, ahora destina 250 millones de dólares más a la que será la ciudad católica «Ave María», en Florida.

La fundación va más allá de convertir un solar yermo en edén ideal. Es el afan de «intentar que el día de mi muerte pueda ir al cielo, pero con tanta gente como pueda llevar conmigo», como el mismo Monaghan ha declarado.

En este edén urbano se levantarán 11 000 viviendas, una biblioteca, un laboratorio informático, un centro lúdico, instalaciones deportivas y una monumental iglesia presidida por lo que será, con 20 metros de altura, el mayor crucifijo de Estados Unidos.

Este mecenas cristiano es un testimonio de vivencia y aplicación de la doctrina social de la Iglesia, manifestando así que se pueden generar beneficios sin descuidar los valores evangélicos; demostrando que negocios y fe no se contraponen sino que se complementan y dan excelentes frutos. Imbuido por este espíritu, ha fundado también el centro legal Tomás Moro, el diario «Credo», una estación de radio, el fondo de inversión «Ave María catholic values», una web para solteros católicos y el «Legatos», un camino de inversiones éticas para empresarios.

El lúcido testimonio de este hombre de 63 años, educado en un orfanato católico y que inició su empresa desde cero, es un ejemplo del «querer es poder», es una muestra de plenitud de vida y felicidad en la donación. Con estas actitudes acercar el mundo a Cristo no puede ser difícil.