«Estoy indignada, amargada, escandalizada, confundida. Leo las iniciativas para adoptar perros a distancia. Veo en los supermercados escaparates enteros dedicados a alimentos para animales, para su cuidado, para que jueguen… ¡Para que jueguen! Repito: yo amo a los animales, pero ¡santo Dios! En Adua los niños mueren de diarrea, a veces sólo porque falta una jeringa para ponerles suero y rehidratarlos».
El periódico italiano Il Corriere della Sera publicó el pasado 17 de marzo de 2010 un reportaje dedicado a una religiosa italiana que lleva 18 años en Etiopia. Se llama Sor Laura Girotto y tras muchos años sin visitar su país natal lo ha hecho para buscar fondos para la construcción de un hospital pediátrico en Adua, Etiopía.
En una de sus tantos recorridos por Italia, en busca dinero para sus niños africanos, iba en coche, con la radio encendida: «escuchaba una transmisión de Radio 24, “Essere e Benessere”. Normalmente es muy interesante por los temas, por lo buena que es la conductora, por la calidad de los invitados. Se hablaba de perros. De los problemas que surgen cuando se comen las uñas. Y los expertos explicaban cuáles medicinas son eran necesarias para solucionar el problema. Incluían, si es necesario, la intervención del psicólogo que pueda hacer que los perros no se coman las uñas. ¡El psicólogo! Y después la dieta necesaria, la actividad física, el baño, el afecto de quienes les rodean».
Sor Laura consagró su vida a Dios en las salesianas y desde 1993 vive en Etiopía. Estudió en Cambridge y se especializó en la enseñanza del inglés como lengua extranjera. Aquel programa de radio también le ha servido como motivación: «Debo absolutamente recoger limosnas, un euro a la vez, para construir un hospital para maternidad e infancia, una estructura que pueda garantizar la medicina de base a mi gente: mujeres que mueren de parto, que da a luz a sus hijos en situaciones espantosas. Bebés que mueren por falta de antibióticos o de una medicina elemental. Heridas que se operan sin anestesia, también en los niños».
Y agrega: « En Adua hay un solo médico para un millón de personas; no hay agua potable ni servicios higiénicos. Las camas no tienen colchones ni sábanas… Y no encuentro dinero para un hospital para niños. Se le da la voz a perros y gatos pero no a los niños africanos. No a las mujeres africanas. […] ¿Se necesita un terremoto, una tragedia o un tsunami?».
Esta mujer que cuida a los niños como si fuera su madre ha lanzado www.amicidiadwa.org para pedir ayuda económica y dar una ayuda médica a miles de personas que dependen de ella. Y el testimonio de sor Laura no deja de ser un impresionante ejemplo de lo que una mujer de fe llega a realizar e impulsar por amor a Dios en el prójimo