Hoy un relato que recibí y del cual podemos aprender el valor de la amistad.
Resulta que un famoso productor de películas de Hollywood estaba seleccionando al protagonista de su próxima película, y ninguno de los actores le satisfacía. De repente entró al foro un joven mensajero, entregó su mensaje y se despidió con una amplia sonrisa. El productor gritó: "Ya lo tengo". Sus compañeros no lo creían. "¿Estás seguro?", le preguntaron incrédulos. "Señores, esa sonrisa que acabo de ver vale ¡un millón de dólares!”
Aquel joven tenía el íntimo sueño de ser actor de cine, pero hasta ese día solo había conseguido pequeños papeles secundarios.
Cuando el productor le propuso pagarle 11.000 dólares, el joven mensajero tuvo el coraje de rogarle un aumento: "¿Podrían ser 11.500?, tengo un hija pequeña a quien alimentar" -"Hijo, entonces serán 12.500!"; el actor le prometió: "¡Muchas gracias, jamás me olvidaré de esto!"
Con el tiempo se convirtieron en amigos entrañables. Aquel productor más tarde cayó en desgracia, mientras que el mensajero se convirtió en un gran actor, muy afamado. Fue entonces cuando el actor invitó al productor para acompañarlo a la entrega de los premios de la Academia, el Oscar. El productor no quería ir, pues ahora casi nadie lo recordaba. Todos menos su amigo; el mensajero que había prometido no olvidarse jamás, estaba cumpliendo su palabra. Esa noche, en la fiesta que ofrece la Academia, el actor pasó mesa por mesa con su mano apoyada en el hombro del desafortunado productor para devolverle la confianza, diciendo: "Éste es el mejor productor que hay en la industria, él es mi amigo." El productor recuerda esa noche como uno de los mejores momentos de su vida. Pero hubo otros.
En otra ocasión, el productor sufrió un derrame que lo llevó al hospital. Inmediatamente fue su amigo actor para animarlo. Pero como no lo dejaban entrar, se le ocurrió comprar veinte pizzas para todo el personal. Después de cenar con ellos lo dejaron entrar. Fue uno de los momentos más imborrables de la vida de éste productor de Hollywood.
Hubo otro momento inolvidable: Cuando la vida lo golpeó fuerte, éste productor tuvo que tomar una decisión triste: Vender su hermosa casa, donde había vivido por casi veinte años. Después de algunos años, la fortuna comenzó a sonreírle nuevamente y quiso recuperar su añorada mansión, pero el nuevo dueño, un acaudalado francés, que residía en Montecarlo, se negaba rotundamente. Sin embargo al poco tiempo, finalmente accedió. ¿Qué había sucedido? Que el actor había volado a Montecarlo, para hablar con él, y éste accedió a atenderlo solo por quince minutos... mientras se afeitaba! Allí estaba éste actor mundialmente reconocido, en el baño con un desconocido rogándole que le vendiera su mansión a la persona que le había dado su primer trabajo importante... En determinado momento se arrodilló y le pidió por favor que accediera. El francés termino por acceder.
¿Quiénes son estos personajes? El productor es Robert Evans. El actor, es el que más veces ha sido nominado al Oscar en la historia, con 12... Ganador en 3 ocasiones. Posee una de las colecciones privadas de arte más valiosas del mundo. Tiene una gran fortuna de millones de dólares... Sin embargo, sus amigos coinciden en que su posesión de más valor... es su palabra. Su nombre: Jack Nicholson.