Pasar al contenido principal

El pecado, ¿puede hacernos felices

La naturaleza humana es preciosa, Dios se admiró de ella y dijo “que era buena”

(Génesis), pero perdimos la bondad libremente con el pecado original, así que el pecado es solamente esto: infidelidad al modelo original. Podemos recuperar en parte esa bondad a través de la lucha por parecernos a Cristo. Él es el modelo. Para eso se encarnó, para hacer visible lo invisible. En la mente del Creador está el perfil ideal del ser humano, pero con el pecado el hombre degradó esa imagen. Allí está la fuente de las infidelidades. Jesús se encarnó para ser uno de nosotros y enseñarnos a decirle a Dios “Padre nuestro”, que es la clave de la recuperación.