La caridad es «la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia».
1.- La caridad es «la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia». Dado el «riesgo de ser mal entendida o excluida de la ética vivida […] un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales».
2.- «La fe cristiana se ocupa del desarrollo no apoyándose en privilegios o posiciones de poder [...] sino solo en Cristo». «Las causas del subdesarrollo no son principalmente de orden material»; están, ante todo, en la voluntad, en el pensamiento y, todavía más, «en la falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos».
3.- «El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza».
4.- Existe en el mundo «el escándalo del hambre»; por tanto, se debe propiciar «una ecuánime reforma agraria en los países en desarrollo».
5.- El respeto por la vida «en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos».
6.- «Fraternidad, desarrollo económico y sociedad civil». «Debido a una visión de la existencia que antepone a todo la productividad y la utilidad, [...] el desarrollo, [...] si quiere ser auténticamente humano, necesita en cambio dar espacio al principio de gratuidad».
7.- La lógica del mercado debe estar «ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política». Hacen falta «formas de economía solidaria».
8.- La globalización necesita «una orientación cultural personalista y comunitaria abierta a la trascendencia [...] y capaz de corregir sus disfunciones».
9.- «La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de cualquier ética sino de una ética amiga de la persona».
10.- «El acaparamiento de los recursos» por parte de Estados y grupos de poder constituye «un grave impedimento para el desarrollo de los países pobres».
11.- «El desarrollo de los pueblos depende, sobre todo, del reconocimiento de ser una sola familia».
12.- La subsidiariedad «es el antídoto más eficaz contra toda forma de asistencialismo paternalista» y es más adecuada para «humanizar la globalización».
13.- Hay una «pretensión prometeica», según la cual «la humanidad cree poderse recrear valiéndose de los ‘prodigios’ de la tecnología». La técnica no puede tener una «libertad absoluta».
14.- «La razón sin la fe está destinada a perderse en la ilusión de la propia omnipotencia». La cuestión social se convierte en «cuestión antropológica».
15.- El desarrollo «tiene necesidad de cristianos con los brazos elevados hacia Dios en gesto de oración», de «amor y de perdón, de renuncia a sí mismos, de acogida al prójimo, de justicia y de paz».