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Church Forum

Virgen María, Madre de la Asunción

Virgen María, Madre de la Asunción

 

Virgen María , Madre de la Asunción,
hoy venimos a vos.
Con la confianza de tu cariño,
Porque estás cerca del buen Jesús.

Ven y cuida nuestros hogares,
con sus miedos y preocupaciones.
sana nuestros desánimos y egoísmos,
haznos confiados y solidarios.

Tu mano, una caricia cerca;
tu mirada es joven y nos despierta.
aquí está tu familia y comunidad,
Haznos seguir también hoy el camino de Jesús.

Reconociendo la maternidad de Maria

Reconociendo la maternidad de Maria

 

Oh Señora Santa María!,
aclamamos con júbilo
las grandezas
que el Altísimo
ha realizado en Ti.
Con alborozo
elevamos nuestra gratitud
por los dones extraordinarios
con que te ha adornado
el Señor.
Y con honda piedad filial
te reconocemos
como verdadera Madre nuestra,
cumpliendo así
el testamento que nos dio
el Señor Jesús
desde el Árbol de la Cruz:
«He ahí a tu Madre».

 

Oración al Inmaculado Corazón de Maria

Oración al Inmaculado Corazón de Maria

 

Oh Corazón de María, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, trono de las misericordias divinas en favor de los pobres pecadores; yo reconociéndome sumamente necesitado acudo a Vos en quien el Señor ha puesto todo el tesoro de sus bondades,
con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos soy mi refugio, mi amparo, mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros:
¡OH DULCE CORAZÓN DE MARIA, SED LA SALVACIÓN MIA!

Oración a Maria Auxiliadora

Oración a Maria Auxiliadora

 

Oh María!
Virgen poderosa
grande e ilustre defensora de la Iglesia,
Singular Auxilio de los cristianos
terrible como un ejército ordenado en batalla,
tú sola haz triunfado de todas las herejías del mundo,

Oh Madre!
En nuestras angustias,
en nuestras luchas
líbranos del enemigo
y a la hora de la muerte
llévanos al cielo.
Amén

Madre Auxiliadora

Madre Auxiliadora

 

Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: defiéndeme.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.

Amén.