El silencio de los padres
El silencio de los padres
El silencio de los padres
El sexo como pasatiempo
El Sacramento del Perdón
En su libro El secreto del Padre Brown, dice Chesterton: “No existe un hombre que sea realmente bueno mientras no sepa con exactitud cuan malo puede llegar a ser” (p. 17 Plaza Janes).
El Reino de Dios es convertir la fe en cultura
México es el único país consagrado a Cristo Rey. Vivimos en un país en el que Cristo históricamente ha reinado y reinará. ¡Queremos que Él reine! Cristo no se impone, se acerca a nosotros queriendo reinar en el campo de nuestra libertad. En México muchos han sabido dar la vida por Cristo Rey.
Los Nacimientos
El Papa San Sixto III, en el siglo V, ya celebraba la Navidad con algunas representaciones del nacimiento de Cristo que se realizaban en una gruta semejante a la de Belén que él mismo había mandado construir en una Iglesia.
La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalos a los niños buenos el día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.
Nicolás, nació en una antigua provincia de Asia Menor en el siglo IV. La capital, Mira, cerca del mar en lo que ahora es el sudoeste de Turquía, era una sede episcopal. Nicolás fue escogido obispo de esta sede y ahí se hizo famoso por su extraordinaria piedad. Estuvo encarcelado por defender su fe en la persecución de Diocleciano. Sus reliquias se encuentra en el pueblo de Bari, Italia.
Los peces en el río
La Virgen está lavando
y tendiendo en el romero,
los pajarillos cantando
y el romero floreciendo.
Pero mira como beben
los peces en el río,
pero mira como beben
por ver al Dios nacido.
Beben y beben, y vuelven a beber,
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina,
sus cabellos son de oro,
el peine de plata fina.
Pero mira como beben.....
La Virgen está lavando
con un poquito jabón,
se le picaron las manos,
manos de mi corazón
Pero mira como beben.....
La Virgen va caminando,
El pudor perdido
El Papa del Milenio
Una profecía de Juliusz Slowacki, poeta visionario de mediados del siglo XIX, decía: “A un Papa eslavo le está deparado un trono... Valiente como Dios, afrontará las espadas. Para él, el mundo es fango”. Juan Pablo II, el primer Papa eslavo en la historia, cambia la escenografía del catolicismo: las plazas y los estadios son las nuevas catedrales. Los diarios le dedican grandes titulares.