¡Dios Mío, tú me amas!
¡Dios Mío, tú me amas!
Ayúdame para que no me pierda en mi debilidad.
Quita las escamas de mis ojos, y dame tu luz para mirar con amor misericordioso y benevolencia a mis hermanos.
Permite Señor, que me vea libre de todo prejuicio, y acepte con paz todo lo que de ti provenga.
Dale mi Dios a mi intelecto, la apertura necesaria, para discernir tus caminos, y anunciar a todos tú gloriosa victoria.
Confírmame en la fe por mis obras.