Buen Samaritano del tercer milenio
Contra lo que a veces pudiera parecer, la historia está plagada de “buenos samaritanos”, la mayor parte de ellos anónimos. Según la conocida parábola del Señor, se llama “buen samaritano” a aquella persona que procura hacer el bien desinteresadamente, particularmente si le supone un sacrificio especial hacerlo, o de alguna manera se excede en su realización. Si además no llama a las cámaras para levantar acta del hecho, o no pide nada a cambio, estamos delante de un auténtico “buen samaritano”.