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Reflexión Tercer Domingo de Cuaresma A

Nos vamos a entretener hoy un momento con una mujer muy interesante del Evangelio: la Samari­tana. ¿Qué decimos de ella cuando la miramos superficialmente? Pues... que tiene la cabeza llena de pájaros. Y que es una pieza de cuidado. Las mujeres tenían razón para temerla, porque el próximo “robo” podía ser el marido de cualquiera de ellas... Esto, lo que decimos nosotros.

Pero hubo uno que supo valo­rarla. ¡Y vaya corazón que se ganó con ella!... Una mujer que, con­vertida en la primera evangeliza­dora del Señor, dirá a sus paisanos: