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Ver y creer

La otra Cuaresma

La Cuaresma es un tiempo providencial durante el que la creatura humana puede imitar a Cristo, en su retiro de 40 días en el desierto, a fin de experimentar un personal encuentro con Dios Padre, el mismo Dios que de Egipto liberó a su Pueblo para llevarlo al desierto y de allí a la Tierra prometida; el mismo Dios que habló por boca de Juan el Bautista para convocar al desierto a un bautismo de conversión para el perdón de los pecados; el mismo Dios que clama desde el desierto para dar conocer cuanto tiene que decir.

Es un tiempo providencial

El mes de marzo es rico en celebraciones litúrgicas útiles para disponer el espíritu, la mente y el corazón hacia lo que Dios revela en la vivencia y práctica de nuestra Fe.

I) El miércoles 9 inicia la preparación para la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, un día en el que se funde el cuerpo con la mente, el espíritu y las emociones, mediante la práctica del ayuno y la abstinencia de carnes para conocer que sí es posible ser fiel a la observancia del Señor: “Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día” (Mc 2, 20).